Propiedades Físicas:
- Fórmula química: Mezcla compleja de calcita, realgar, orpimento y pirita
- Dureza: 4-5 en la escala de Mohs
- Sistema cristalino: Variable (agregado mineral)
- Color: Amarillo brillante con bandas negras, naranja y blancas
- Brillo: Ceroso a vítreo
- Densidad: 2.5-2.8 g/cm³
Propiedades Energéticas: Se cree que estimula la creatividad, aumenta la autoconfianza y promueve la independencia personal. Se asocia con la manifestación de sueños y la superación de obstáculos. Conectado principalmente con los chakras del plexo solar y sacro, se dice que aporta alegría, optimismo y energía emprendedora. También se considera una piedra de transformación personal y crecimiento espiritual.
También conocida como «piedra eclipse» tiene un bonito y comercial nombre que no se corresponde con su composición ya que no es un jaspe en realidad. El color amarillo se debe a la presencia de azufre y arsénico, por lo que es un mineral tóxico si en su estado bruto.
Se usa para eliminar bloqueos, revelar el propósito de nuestra vida y transformarla de una manera positiva. Ayuda a aceptar y abrazar nuestra luz y nuestra sombra, aportando amplitud y claridad de pensamiento.
Es una piedra de coraje. Libera miedos profundamente arraigados y nos anima a disfrutar más de nuestras vidas, invitándonos a ser confiados y generosos. Muy interesante para aquellas personas que se pierden en los demás, invitándonos a que nos centremos en ser nuestro verdadero yo. Disipa el miedo al fracaso e impulsa a ganar poder en nuestras vidas.
Yacimientos: Exclusivamente encontrado en Indonesia, específicamente en la isla de Java. Los depósitos se formaron por actividad volcánica y se encuentran en áreas cercanas a fumarolas volcánicas activas. La extracción es limitada y se realiza de forma artesanal por mineros locales.
Mito y Leyenda: El jaspe abejorro es relativamente nuevo en el mundo de los minerales, descubierto en la década de 1990. Sin embargo, los habitantes locales de Java ya conocían esta piedra y la asociaban con el espíritu del volcán. Creían que las rayas amarillas y negras representaban la danza entre el fuego (lava) y la tierra (ceniza volcánica). Los sanadores javaneses tradicionales la utilizaban para ayudar a las personas a encontrar su propósito en la vida. Su nombre deriva obviamente de su parecido con las rayas de un abejorro, y en la cristaloterapia moderna se dice que «como el abejorro que no debería poder volar pero lo hace, esta piedra nos recuerda que podemos lograr lo imposible».
